Desde hace algún tiempo llevamos dándole vueltas a la propia idea de universidad. Nos surgen dudas sobre su funcionamiento actual, su aislamiento crítico, sus canales de participación… etc. En este ir y venir de ideas, pensamos que es necesario que las universidades recuperen su papel crítico, se revisen los modelos de funcionamiento actuales y se trabaje, aún más si cabe, en red con otras instituciones, colectivos y actores para el desarrollo de proyectos y de nuevas formas de hacer. Ahora que parece que todo es miedo y parálisis pretendemos repensarla entre todos, pero también actuar desde lo concreto.
Desde el Área de Acción Cultural y Participación de la UNIA somos conscientes de que nuestra responsabilidad con respecto a la cultura es la de contribuir en relación con los demás agentes sociales, a su desarrollo y transformación. Una tarea que debe fundarse en el apoyar, acompañar y actuar en los procesos de transformación social que parten desde los agentes culturales ofreciendo: recursos, espacios de diálogo, análisis y formación. Para ello necesitamos poner en valor otros modos de trabajar, un sistema de gestión de los recursos públicos más participativo y transparente que nos debe llevar inevitablemente a pensar en cómo financiamos la cultura. Ahí es donde estamos atentos, desde hace tiempo, a las plataformas de trabajo colaborativo apoyado en redes sociales de financiación colectiva (aportaciones monetarias) y colaboración distribuida (servicios, infraestructuras, microtareas y otros recursos). Sí, estamos hablando de crowdfunding, como se explica en este vídeo.
Presentación proyecto UNIA Capital Riego (Plan de Innovación de la UNIA) from Servicio Audiovisual UNIA on Vimeo.